Llevo en mi cuerpo doce tragos de recuerdos y de ganas de invocar a la maquina del tiempo, para poder explicarle mi eterno amor. Que hoy esta presente…
¿Puedo construir una relación?…
No desde la amistad, sino desde la compañía y los recuerdos de ser niños que nos descubríamos… del barro pegado en su boca cómplice de la mía,
Que nos enojábamos por un mal pase de baby, un cambio de camiseta, un apretón de manos con el capitán contrario.
De su rol de macho adolescente…
No soportaba que lo perturbara… el me quería condicionar a mis labios… a no mirar mas que su ombligo preturberante…
Ahora ya son doce años que observe su nudo y todavía no lo desata.
Quiero preguntarle y no lo encuentro dentro de su cuerpo
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