martes, 27 de febrero de 2007

PORTADOR


Nochero del santuario
rezas y pides como maldito vicioso

Incorruptible intemperancia
nunca tranzas

Perdiste la llave del mausoleo
que oculta el féretro neuro-hormonal
donde se descomponen los placeres, que me hacen
un subproducto de la morfina.

Arte-factor engañoso
bebedor
conduces ciegamente la carroza profiláctica de muchos compañeros
portadores de la segunda vida

La segunda oportunidad es tuya, pero nadie asegura triunfo

Mal administrador aprendiste hacer empresas con instinto novato

Borracho con gusto a urbe defecada por flores carroñeras

Manceba maquina portadora de motor defectuoso
que tiene constante marcha
marcha interrumpida por un accidente de lubricado control

Hoy vives la resaca del festejo amoroso que te hizo dudar en el camino
camino ripioso
que sostuvo el baile de tus gastados neumáticos que no pudieron sostener el peso de tu chasis

Carrocería monocasco cumpliste con labor capsularia solitaria
piloto adolecente que no supo embragar las marchas sexuales de su aerodinámica nave

Nave complaciente
transitas en velocidad crucero
seguro dentro de oscura funda
cocida por manos de callejera recolectora

Nave solidaria carente de cerraduras
hoy poseedora de candados desechables

Jaula inquieta por agradar a cada transeúnte
que a comer de gorra te detenían
para reposar en tu cicatriz abrazadora, facilitadora de tranquilidad perita

Hoy enchulada con accesorios esotéricos
avanzas al compás de un soneto kitsh
combustible híbrido protector de tu atmósfera aldeana
testigo de la tortura en tus amortiguadores famélicos


Osamenta de una fallida aleación ferrosa
el oxigeno te embelleció entregándote el oxido dulce que te hace frágil
tentadoramente de colección
hoy te quiero manejar.

Algo

Si al ser feliz creo serlo,
sufro en mi dicho estado
pues me hace desgraciado
sólo el miedo de perderlo.

Y si estoy bien sin saberlo,
pues no lo sé, no lo soy.
Asi mañana como hoy,
ser feliz nunca podré,
pues si lo soy no lo sé,
y si lo sé, ya no lo soy.

(J.M. Bartruino, Algo)

viernes, 23 de febrero de 2007

ANTROPOFAGO

Catalejo ciego que te pliegas en alcohólica voluntad
Mesero de plaza vieja
Montero urbano que te mimetizas con vagas almas
Homicida carente de parecer

Pensionista de tus ancas que son el puchin que absorben mis uppercut de pelvis

Antropófago bulímico
Inocente
Del apetito desmesurado

Temeroso a probar nuevas carnes
Carnes hurañas que regurgitas por su tierno hedor

Antropófago eyaculador de sangre ajena.

CONFUSION Y ANGUSTIA


Cerebro maldicidente me coartas mis más profundos reflejos

Discapacitado por la ansiedad de tu músculo diafragmático sostenedor de amor
Te entregas delicado a la voracidad de la llaga rectal
Escupida por falta de solventes de conciencia

Bodega de parásitos heredados por un delito familiar

Apretón de pecho y ojos palpitantes
Asilo de pecado, eres la batería de mi arisco carburador de sangre
Pestilencia atolondradora que difuminas el apeadero terminal de mis emociones.

Sacrificio

A través del msn el compañero Claudio Julia nos regala el siguiente:

Adivinar tus miradas


Tocar el cielo de tu espalda

Amanecer en la brisa de tu pelo

Suspirar tus lamentos

Ahogarme en el aliento dulce de tu alma

Y morir en tus cuernos.

todos tenemos nuestros momento, lo importante es reconocerlos y para escribir no existe mejor lugar que el donde uno esta.
Gracias compañero.

jueves, 22 de febrero de 2007

EL OSO

EL OSO

7 años, chico, cabezón, flaco, patas chuecas, corte colegial, bototos ortopédicos, calcetines con rombos, jardinera tipo short de mezclilla con estampado de “Petete”, polera con cuello a rayas.

Envase de coca-cola de 350 c.c. desechable, redonda, de vidrio, tapa rosca (envase universal de los ochenta), después de tomar su contenido podía tener los mas insólitos usos, realmente era una petaca multiuso que podía servir como cantimplora para llevar jugo al colegio, muestras de orina al consultorio, molotov, pero donde mas la recuerdo es como envase para el aceite. En los ochenta el pueblo compraba el aceite suelto, este llegaba en grandes tambores verdes a los almacenes de barrio, de esos tambores que sirven para almacenar combustible y desperdicios tóxicos. La cosa que uno compraba según presupuesto, un octavo, $10 y “el vuelto en aceite”.

Almacén “EL RINCÓN” atendido por toda la familia, cubridor de las mas extrañas necesidades, carnicería, verdulería, amasandería, farmacia, etc... las dimensiones de este eran de acorde a los tiempos, para que quede claro donde antes este almacén existía hoy se construye un bulevar y con academia de pool.

Barrio grande entre urbano y rural, la mitad de las calles de tierra, construido por cooperativa, rodeado por un convento y parcelas agrícolas, lleno de familias nuevas, clase media, con olor a acequia.

- ...Cundo tráeme un kilo de papas, un octavo de aceite y cinco pesos de pulpa de ají.

- Pucha siempre yo... ¡manda a mi hermana!, por que tengo que ir ha comprar... ¡seré el único!, pucha...


- Perdón, TIENES ALGUN PROBLEMA.

- ... ya... pásame la plata.


- Toma la bolsa... anda.

- Pucha.


Nunca le gusto ir a comprar, pero no era cosa de voluntad, siempre vivió en su mundo. De primera impresión uno podría creer que era algo retraído “un chico Bartolo”, pelmazo, perno, “aguelao”, “pao”, cabro chico de segundo basico, distraído, bueno para cazar mosca.

Lo mandaron ha comprar a eso de las ocho y algo de la tarde en el mes de marzo, estaba oscuro, salió de malas ganas, pateando piedras, a media cuadra se le paso, otra vez se creía súper héroe, soñaba con lanzar fuego, tener un brazo biónico que se transformara en una motosierra, volar y contorsionarse como si fuera el hombre de goma. Una vez en “EL RINCÓN”:

- Don Humberto quiero un kilo de papas, cinco pesos de ají y un octavo de aceite.

- Altiro... Aniceto atiende al Cundo... (no le gustaba atender cabros weones)


Le gustaba jugar en la cortina de que separaba a los abarrotes con la carnecería, era llena de colores y lo que más impresionaba a este muchacho era que estaba echa de puras tiras de plástico que se dejaban colgar en el umbral, el solo jugaba a que era el portal que lo llevaría a otro planeta, no sabia que la real función de esta era filtrar las moscas que pululaban sobre los tomates “pasados” que en se vendían, “pura salsa casera” decía la doña para poder venderlos.

Al poner el primer pie sobre la vereda, como de costumbre, observo a su alrededor, esto lo asía para ver de que forma ocuparía la escenografia de su siguiente acto de súper héroe. Cuando llevaba tres pastelones de la acera (por que también los contaba) se detuvo y volvió su mirada atrás y vio un gran bulto negro, “que grande el perro” fue lo primero que pensó, pero al relavar su mirada se dio cuenta que realmente era un oso, “patitas para que las quiero” salió corriendo lanzo las papas , el ají y el aceite, al correr con tanta prisa destruyo sus plantillas ortopédicas, corrió hasta llegar a su casa, mientras el oso lo perseguía en zig-zag, como cual cachorro divirtiéndose con el mejor par de zapatos de su amo lo acechaba.

- MAMA... UN OSO... UN OSO, MAMA...

- ¿dónde están las papas?


- UN OSO... UN OSO... ME BIENE PERSIGUIENDO UN OSO...

- ¡TE AGUANTO QUE NO TENGAS VOLUNTAD PARA IR A COMPRAR, PERO CABROS MENTIROSO ¡¡¡ YO NO ESTOY CRIANDO!!!!


Lo tomaron de una de las patillas y en una danza forzada compartida entre madre e hijo llegaron a la reja de la casa donde estaba el oso parado en dos patas, mirando tiernamente al Cundo.

... continua...

lunes, 19 de febrero de 2007

CORAZON PELLEJERO

Corazón pellejero

Manos y pies de plataforma, que se instalan en mi cuerpo para sostener la culpa.

Porta cartílago sordo ante los gritos de mi cuerpo.

Andrógeno aéreo lubricado por sudor ajeno

Penetrador inexperto

Esqueleto de tentaciones

Cerco portátil delimitador de mi más adecuada frontera

Culo guacho llorador de cariño

Alambre de piel que te contiene como un pedazo de carne que será ocupado para satisfacer una masturbación piadosa, llena de soledad, nutrida por las mas eróticas imágenes que te permites evocar cuando estas borracho.

Corazón pellejero.

te lo dedico, creo que te deseo demasiado por eso no me atrevo a conquistarte... te quiero libre, melancolico y torpemente atrevido. Llegara ese dia donde nos fundiremos; no habra excusa por que no estaremos borrachos y tan solo asi reconoceremos si es culpa lo que sentimos... me gusta cuando nos hacemos los weones... (es la especialidad jajajajajaja)

jueves, 15 de febrero de 2007

DEL OTRO LAD0 DE LA NOCHE

Que decir ante el silencio
Las paginas que se quedan sin escribir
Los libros donde todavia
Ni somos, ni estamos, ni existimos.
Esta vida condenada al olvido
Aqui nadie sabe ni sabra
Del mar que llevamos adentro
Del fuego que encendemos con el cuerpo
Del otro lado de la noche.

cito este poema para reflejar lo que siento en estos momentos... aunque no recuerdo su autor creo que esta dedicado a quien... pase por un momento taciturno...

¿quien dijo que la soledad es mala?