Inquieto, muy inquieto
Frió, mucho frió
Solo quería llegar y ver quien estaba
El trayecto fue eterno
Al fin la luz
Vomite
Escuche almas purgantes, riendo de mis pantalones escarchados
Casi coqueto, desafiante
Recuperando la carne, el hedor, el sudor y el apetito
Llegue a la sala de espera donde estaban mis viejos compañeros
Sonrieron
Reencuentro falso, carente y vacuo, conducido por un improvisado guía
Un ángel acaricio mi soledad
No entendí por que el perdón
Por un instante me sentí cómodo
“disculpa por no conocerte y por mi falta de entrenamiento, pero estoy confundido... No se cual es mi labor, hace mucho que me dedico solo a las bienvenidas”
En el umbral me beso
Solo lo acurruque y en ese abrazo sentí como creció su barba
Espire.